
Anoche pasamos a despedirnos de Guillermo y del Limit Bar…
hace tiempo que deje de ser asiduo… pero durante algunos años llego a convertirse en mi segunda casa… puse discos, puse a prueba mi higado… nunca habia muchas chicas… pero casi siempre podias oir buena musica… era cutre pero sus luces de neon ochentero siempre me gustaron… me pasaron muchas cosas en el Limit… deben estar escritas en mi antiguo blog… ah! y me enamore de la camarera… Es muy rocanrol enamorarse de la camarera… ya lo creo…
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